Academia con que el Exmo. Señor marqués de Xamaica celebró los felizes…


ACADEMIA CON QUE EL EXMO. SEÑOR MARQUÉS DE XAMAICA CELEBRÓ LOS FELIZES AÑOS DE U MAG. LA REYNA N. SEÑORA D. MARIA ANA DE AUSTRIA, EL DÍA 22. DE DIZIEMBRE DE 1672. QUE PRESIDIÓ DON DIEGO DE CONTRERAS, CAVALLERIZO DEL EXCELENTÍSSIMO SEÑOR DUQUE DE VERAGUA; SIENDO DISCAL D. IOSEPH DE MONTORO; Y SECRETARIO D. IOSEPH DE TREJO, SECRETARIO DEL EXCELENTÍSSIMO SEÑOR MARQUÉS DE XAMAICA, CÁDIZ: JUAN VEJARANO, 1673.

ASSUMPTO QUINZE

Leído este assumpto, el Secretario sacó una carta, que avía recibido de una señora de tocas, que el impertinente vulgo llama Dueña, que desde Madrid influía pendencias, la qual leída dezía assí:

Señor mío, cien años ha que vivo y cien años ha que no canto. Ahora he querido graznar a pesar de los grajos de Aranjuez, porque ya sabe V. md. que para chismes las estantiguas de portante, por no dezir dueñas, tenemos afinidad con el diablo a redro vaya. He sabido que el señor Marqués de Xamaica celebra a los felizes años de la Reyna nuestra señora una Academia, gustaré de que se lean las redondillas adjuntas en ella, por esto y por aquello y por essotro y porque sus excellencias no se vean libres de dueñas, aunque más blasonen de libres. Dios guarde a V. md. de mí y de otras como yo.

Madrid, y diziembre 12 de 1672 años. B.L.M. de Vmd. Su antigua servidora.
Doña Gonçález Rodríguez de Mondoñedo.

(f. 38r)

Redondillas de doña Gonçález

Señora, en día que empeña
a festejarla la fe
no avrá razón para que
me esté yo como una dueña
Por hazer que me descrisme
todos negádome están
que oy cumplís años y dan
si yo lo digo en que es chisme.
Y yo, señora, no siento
sino el diga su engaño,
que no supierais del año,
si al veros yo no os lo cuento.
En fiesta tan celebrada,
mi gala a pedir de boca
me viene, que es una toca
de repulgos de empanada.
Y nadie juzgue civil,
que de otros aliños pobre,
mi toca no cayga sobre
una caçuela mongil.
A que se añaden mil bravos
aderentes, en que vela
mi gusto, y aun se desvela
porque no falten los cabos.
Vivid, señora, en prefecto
real ser del reynar maestra,
tantos siglos, que de vuestra
edad pueda ser Luis-nieto.
No bien mi ingenio se explica,
vivid en edad perfecta,
tanto como en la etiqueta
el vivió, y ella en Malpica.
Vivid adquiriendo famas
para vuestros herederos,
la edad de los reposteros,
que ascienden a Guarda damas.
Vivid, procurando ser
a Cabrera parecida
en la edad, que a pura vida
vino a lograr ser Sausier.
Vivid en la lozanía
del tiempo, impidiendo el daño,
con tal maña, que en un año
no passe por vos un día.
Vivid (aunque de vestiglos
den nuestras figuras señas)
fuerte, una Dueña de Dueñas,
que es más que un siglo de siglos.

(ff. 38v-39r)